lunes, 20 de enero de 2014

relato


y la vida llevaba
una campanilla
atada
al cuello
para que
todo el
mundo
que pasase
a su lado
guardase silencio
en su caminar .

5 comentarios:

  1. La vida...es muy graciosa...cuando quiere

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  2. Lo malo es cuando la campanilla deje de sonar.

    Besos.

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  3. Hola Amapola, tienes tantos blogs que no recuerdo dónde me puse seguidora. discúlpame, soy la perfecta despistada.
    Bueno, hay vidas silenciosas. de esas que no se notan al pasar, otras dios nos libre, hablan tanto que amedrantan a los que viven a su lado.
    Gracias
    Un gran abrazo
    Sor.Cecilia

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  4. Todo sea mientras siga sonando, sino...


    Beso

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